
Tras el éxito de la triología tolkiana y las aventuras del niño mago, muchos han querido sumarse al carro del género épico-fantástico-familiar, aunque son destacables algunos ejemplos más enfocados al públio adulto, o por lo menos adolescente: empezando por el humor, a ratos atrevido y mordaz, de la recomendable "Stardust" (que gustosamente verán también los peques) a cintas más radicales en su propuesta como la exitosa "300" , experimento visual tan impactante como vacío e históricamente irresponsable, y la producción que nos ocupa, "Beowulf", adaptación libre (viendo el rtesultado, más bien libertina) de un mítico cantar de gesta europeo no lo suficientemente conocido por estos lares.
Como muchos ya sabrán, el realizador de esta depistante película no es otro que el incombustible Robert Zemeckis, al que tan pronto le vemos dirigiendo esa maravilla titulada "Forest Gump" como desarrollando su curiosa afición por las técnicas cinematográficas, que han marcado desde luego la última parte de su filmografía. Hace dos o tres años, ya nos sorprendió con la deslumbrante "Polar Express" , una bonita cinta navideña en la que Tom Hanks se convertía en un carismático maquinista animado, y este curso ha vuelto a por todas perfeccionando esta original técnica de transformación animada (y aquí son todos los actores: Hopkins, Jolie, Winstone...) e imprimiendo un toque adulto, oscuro, por lo menos, interesante.
En cuanto a lo primero, el "motion capture", el resultado es satisfactorio, más aún teniendo en cuenta la experiencia 3-D que algunos cines proponen y que he podido disfrutar con gran ilusión. Aunque algunos personajes no reflejan muy acertadamente el rostro de sus actores (el sibilino John Malkovich y la sumisa aunque inteligente esposa del rey vikingo, caracterizada por Robin Wright Penn) puede decirse que, en general, se ha alcanzado el objetivo de encontrar una nueva dimensión cinematográfica entre la animación y la interpretación real. El 3-d, por otro lado, suponía un auténtico reto (110 minutos , la película completa, a diferencia de las pequeñas dosis de "Superman Returns, p.j.)que, finalmente ha sido superado con nota, gracias a momentos de terrible impacto, algún que otro susto, y ciertas escenas que dejan con la boca abierta. De todas formas, el perfeccionamiento definitivo de la técnica sigue siendo una asignatura pendiente, ya que todavía deben evitarse algún que otro desenfoque y la artificialidad de varias escenas. Sin embargo, no hay duda de que merece la pena pagar unos euritos más para ponerse las famosas gafas.
Por otra parte, si algo llama la atención, dejando a un lado el aspecto técnico de la propuesta, es su vocación de convertirse en ejemplo de lo que podría denominarse una "épica adulta" en la que hay sitio para el erotismo rozando lo explícito (el desnudo de Angelina Jolie saliendo del lago entra ya en la lista de las escenas más "calientes" de los últimos años), un humor provocativo (que salta del negro al verde, de lo chabacano a lo inteligente) , una sorprendente desmitificación del héroe,que no es sólo valiente, sino también un tanto traidor, avaricioso, dominado por el arrepentimiento al llegar su madurez, una inesperada gama de matices en las relaciones del protagoniosta (su mujer, enormemente enamorada, dolida profundamente por su engaño, que se escuda en el creciente cirstianismo; el Beowulf ya adulto, soportando la fría relación con su mujer ,a pesar de su amor mutuo, y recurriendo a amantes que "le calienten las noches"; el general que no quiere saber la verdad de su jefe....), pero sobre todo, buena y abundante acción gobernada también por una inquietante oscuridad y salpicada de sangre y violencia. Como habrán observado, "Beowulf" es de todo menos un filme para niños, idea que seguramente albergará algún padre.
Esta mezcla de géneros, como era de prever, resulta tan original y excitante como irregular y peligrosa. Zemeckis juega a muchas cosas a la vez, sin que ninguna de ellas le quede redonda, aunque sí altamente disfrutable. Y, otra vez nos encontramos ante un mostruo de lo más ridículo , el tal Grendel que no sé por qué debe tener esa forma de niño cadáver agrandado y atormentado, cuando he oído que según el cantar, era un dragón de los de siempre. ¿Un plagio quizá de lo peor de "300" (recuerden aquel Gollum, no sé si voluntario, que impedía cualquier atisbo de realidad histórica)?
Sea como sea, "Beowulf" es, en cunjunto, un nuevo paso audiovisual y, cinematográficamente, la daptación de un sueño épicoerótico que algún guionista de Hollywood (quizás el propio Zemeckis) concibió una calurosa noche de verano (¡cómo se puede añorar el frío!)con el cantar británico en su regazo, tras habérselo leído a su hija de 5 años, y una revista de cotilleos con la Jolie en portada.
Para valientes golfos de la aventura.