viernes, 26 de octubre de 2007

"Stardust", un mundo mágico




Tras el éxito arrollador de las sagas de Harry Potter y "El señor de los anillos" , las productoras americanas que no habían gozado aún de los beneficios del cine fantástico-espectacular se pusieron manos a la obra y empezaron a rodar diversos filmes de similar temática , pero con desiguales resultados: la Disney se decidió a adaptar los clásicos libros de C.S. Lewis sobre el atarctivo mundo de Nenia y alcanzó, sobre todo en lo referente a la taquilla, excelentes resultados. Luego vendrían las más modestas "Un puente hacia Terabithia"o "Eragon", y la reciente "Los seis signos de la luz". Mientras esperamos con expectación el estreno en diciembre de "La brújula dorada" , adaptación de una exitosa trilogía de Philipp K. Dick donde repite el interesante tándem Kidman-Craigh tras el fiasco de "La invasión", Universal se adelante un poco a los tiempos y nos presenta un cuento de hadas delicioso y muy superior a algunos de los anteriormente citados.
"Stardust" , a pesar de recibir buenas críticas y el apoyo de numerosos espectadores, ha pasado con más pena que gloria por una taquilla nortemamericana tan arbitraria como injusta. Quizá se deba a que el filme que nos ocupa sea más inteligente que la media y que ciertos espectadores huyan de este rasgo nada más olerlo. Pobres.Lo de la fatiga del género no me vale, ya que tal cansancio también se podría manifestar con la tonta "Hora punta 3" y vean qué exito. Eso sí, los que se encuentren libres de prejuicios podrán disfrutar de una película que de todas formas, se aleja de cualquier clasificación exacta, ya que recurre a una sugerente combinación de géneros.


El primer acierto de la historia, basada en una popular novela, reside en volver a las señas de identidad clásicas de los cuentos mágicos (véase brujas, mundos paralelos, guerras de sucesión en la realeza, hechizos todopoderosos, madres desconocidas, transformaciones mágicas) pasándolas por un eficaz filtro de modernización que aporta, entre otras cosas , un humor entre socarrón y jovial que las revitaliza y da un nuevo sentido. El protagonista también es una especie de simpático antihéroe, el hijo de una princesa del mundo de Storholm que en la campiña inglesa no es más un patoso dependiente enamorado de una chica digamos "pija" y "caprichosa" por la que se internará en un nuevo universo que le hará madurar y descubir una nueva vida. Un argumento, como vemos, más cercano y real de lo que parece.


Por otro lado, "Stardust" es uno de los pocos filmes que yo me atrevería a calificar como "familiar", sin que esto signifique "infantil", ni mucho menos. De hecho, en EEUU ha sido considerada como "PG-13" , quizá un tanto excesivo. Y es que la película sabe captar a tres segmentos de público diferentes (niños, adolescentes y adultos) mezclando aventura y fantasía adornada por apabullantes efectos especiales (que el realizador aprovecha muy bien, ya que el presupuesto tampoco ha sido tan alto), una preciosa historia de amor, un humor inspirado, y para los más exigentes, un espectacular reparto en el que destacan una malvada Michelle Pffeifer que luce maquillaje de muy diversa naturaleza (belleza impresionante y vejez repugnante) y un Robert De Niro en un papel tronchante de marinero con secreto del que no se debe desvelar demasiado. Aparece también Peter O´Toole , y resulta muy estimable el trabajo de Claire Danes y el joven protagonista, al que no se le había visto mucho. Esi debería cambiar.


En definitiva, como dice su cartel publicitario , "el cuento de hadas que no te esperabas" . Ojalá todo el cine comercial actual fuero tan divertido y sorprendente como esta recomendable "Stardust".

sábado, 20 de octubre de 2007

"Las 13 rosas" y "Querida Bamako", rabiosa actualidad

Debo reconocer que soy de naturaleza un tanto obsesiva, y cuando me di cuenta de que me había equivocado de día, y por tanto, perdido mis entradas para ver el preestreno de "Las 13 rosas" al que asistió el propio director, Emilio Martínez Lázaro , sentí una rabia injustificada que he venido arrastrando durante toda esta semana. Ayer , día del estreno oficial del esperado largometraje (que compitió con la vencedora "El orfanato" para representarnos en los Oscars), pude disfrutar por fin del que se anunciaba como un drama histórico de rabiosa actualidad (¿les suena lo de la memoria histórica?) y que venía secundado por un espectacular reparto femenino (Pilar López de Ayala, Verónica Sánchez, Marta Etura, Goya Toledo, Bárbara Lennie, acompañadas por los también notables Félix Gómez, Fran Perea y Asier Etxeandía). Casi toda la plana juvenil del cine español en un solo filme es un lujazo, y si encima la cinta es buena, no hay razón para la queja.
En principio, Martínez Lázaro se enfrentaba a una dificultad casi insalvable: la propia temática de la producción. La guerra civil es un negrísimo momento de nuestra Historia que el cine ha español ha tratado numerosísimas veces en los últimos años, aunque fuera con dispares resultados: si a esto le sumamos el tenso contexto actual , con la nueva y criticada ley que afronta sin complejos la época franquista intentando hacer (tardía) justicia, podríamos echarnos las manos a la cabeza al pensar que un realizador, y encima comercial, se haya atrevido a contar la terrible historia de las 13 mujeres fusiladas por orden "judicial" en el primer año negro del dictador.
Pero Lázaro ha conseguido por fin lo que muchos no han alcanzado: combinar drama (desgarrador), sentimiento (amores imposibles, emotivas relaciones paternofiliales, amistad indestructible) y entretenimiento (la acción es ágil y fluida) en un conjunto que huyendo de maniqueísmos políticos o ideológicos, resulta conmovedor y necesario. Porque, más allá del valor cinamatográfico de la obra, el mensaje del autor es tan contundente como oportuno: en las guerras, sólo hay un perdedor, las propias personas que, siendo inocentes, tienen la mala suerte de sufrir el horror de una ideas temibles. El guión evita hablar demasiado de partidos, siglas o ideologías y se centra, con buen juicio, en las vidas personales, afectivas, veraces, de estas víctimas del terror.
Estamos ,por tanto, ante una imprescindible reivindicación de la humanidad ante el dolor y la guerrra, que se hace patente en varias escenas de gran calado: el lanzamiento de panes sobre Madrid, el encuentro amoroso entre Etura y su novio en un luminoso parque, la escena del cine en la que el amor supera las barreras y personajes politicos, el mensaje de un padre a su hija cuando esta ya está en la cárcel, el paso de las presas en la camioneta por el Retiro.... hasta la excelentemente resuelta escena del fusilamiento y la carta de Ayala a su hijo. Quizá haya tenido que ver la sabiduría comercial de un diector que sabe, no sólo hacer buen cine, sino también llegar al espectador ya sea a través de música divertida, "El otro lado de la cama", o la emoción con una buena base. En definitiva, un brillante drama coral de cuidadísima factura artística que aborda, con una nueva y definitiva perspectiva, un conflicto imborrable. Liberémonos de prejuicios, y celebremos que el cine español vuelva a mirar estas semanas, con inteligencia y honestidad, eso que algunos llaman "púublico" y que ya ha demostrado que el problema no reside en el sobrenombre "español": miren si no las sobresalientes recaudaciones de la exitosa "El orfanato". Qué buen mes, octubre...

En otro plano diferente, pero también muy actual, llega a nuestras pantallas la estimable "Querida Bmako", docudrama de producción vasca y exhibido en el festival de San Sebastián que ilustra con acierto el problema de la inmigración desde dos complementarias formas cinematográficas: el documental de testimonios verídicos y la convincente historia de ficción, muy apegada a la realidad, que sigue el camino de un africano de Burkina Faso hasto España, repleto de problemas visicitudes... El relato, además de ser sumamente interesante, resulta ameno y emotivo, con una vivacidad que escapa de tremendismos artificiales y aboga por un realismo sin trapa ni cartón.

Dos propuestas atractivas para todo tipo de espectadores inquietos que busquen en la oscuridad de la sala tanto un rato de entretenimiento como de reflexión. Que sean muchos.

viernes, 12 de octubre de 2007

Con tal de casarse...




Los hermanos Farrelly son los irregulares artífices de exitazos más o menos justificados como el de la divertida "Algo pasa con Mary" y de decepcionantes tonterías como la desaprovechada "Pegado a tí". Su seña de identidad , y quizá también su mayor "handicap", reside en intentar combinar gags disparatados de carácter vulgar, escatológico o físico (el semen-gomina de Díaz o la gordura arrolladora de Paltrow) con un argumento suficientemente trabajado como para no provocar vergüenza ajena.

En "Matrimonio compulsivo", su última y muy desigual creación cinematográfica asistimos a un fenómeno extraño: el humor quiere ser argumental (el protagonista es un solterón que , queriendo superar sus complejos, se casa con una aparentemente agradable rubia que resulta ser una obsesa sexual de pasado turbio y carácter insoportable, por lo que su rápido marido no tardará mucho en emamorarse de una dulce y amistosa morena de singular familia, en medio de la luna de miel) sin renunciar a gags concretos de mayor o menor gracia e inteligencia .


Tras una introducción que se decanta por la comedia romántica, el desarrollo va igualando esta con la comedia semi-esperpéntica en torno a la tradición matrimonial y sus imprevisibles consecuencias. Hay sketches descacharrantes y otros menos conseguidos, pero el resultado final es un tanto desconcertante.Y es que parece que los Farrely quieren contentar a adolescentes de risa fácil y verde y a treintañeros solteros o enamorados por igual. Una escena grotesca con las partes íntimas de una mujer al descubierto se alterna con un gag sobre la inmigración ilegal o una escenea romántica con aparente facilidad.

De todas formas, prefiero mil veces la contenida vis cómica de Ben Stiller, que suele interpretar a personajes más o menos serios que deben enfrentarse a situaciones disparatadas y extremas (con suegros, museos..) que la ruidosa y poco convincente sobreactuación de otros humoristas reconocidos, como el exitoso Jim Carrey. En este caso, le acompañan dos actrices de cuyo nombre no puedo acordarme, y que cumplen con cierta gracia en sus respectivos papeles.


En definitiva, "Matrimonio compulsivo" no es de lo mejorcito de sus artífices y, de hecho, ciertos baches de ritmo sorprenden por la experiencia de los hermanos, pero para pasar con algunas risas una tarde de sábado la podemos calificar como "presentable". Absénganse los más exigentes.






miércoles, 10 de octubre de 2007

Entramos en "El orfanato"


La expectación y la cinefilia pudo finalmente conmigo, y mi cuerpo se coló sin remilgos en la sala que proyectaba la tan esperada "El orfanato". El cine, lleno, overbooking (ya adivinarán por qué) y dos guardas de seguridad controlando los posibles aparatos de grabación. Pocas cintas españolas han generado tanta atención en los últimos años, debido, en gran parte, a la increíble promoción de los medios a través de continuos anuncios y excelentes críticas: Cannes, Sitges, Oscars(?), Belén Rueda.. Toda esa información redundaba en los variopintos espectadores (jóvenes, adultos, algún anciano...)

Pues bien, tras unos primeros minutos de remordimientos (¿quién me mandará a mí entrar en la sala donde no me corresponde?), "El orfanato" se empieza a mostrar como lo que es: una cinta de terror, con pinceladas dramáticas, que sigue casi sin desviarse las manidas reglas del género, de una forma, eso sí, eficaz y elegante: amigos invisibles, niño con secretos (adoptado y portador del VIH, rasgos que se desaprovechan en el convencional desarrollo), desaparición misteriosa, madre que empieza a creer en lo sobrenatural, llegada de la medium (inquietante Géraldine Chaplin) , ecos del pasado, sustos competentes.. hasta llegar a un clímax final notablemante conseguido. Todo tan ágil y entretenido como ciertamente poco original. El forzadísimo desenlace no ayuda demasiado.

Sin embargo, dejando a un lado un guión que quizá quiera abarcar demasiado (drama, amor...)como si el terror no pudiera ser el rey de la función (finalmente lo es), se deban reconocer los numerosos aciertos de esta imperfecta pero prometedora ópera prima del hábil Juan Antonio Byona: un reparto impecable (desde la intensidad y minuciosidad de la maravillosa protagonista Belén Rueda, a la aparición de figuras como Mabel Rivera), una dirección artística muy conseguida (fotografía, ambientación) , y alguna escena sobresaliente que conviene no desvelar (ya lo pasarán mal en la sala).

Quizás el fallo resida en vender el filme como algo que no es: hay amor y algo de poesía, sí, pero, ante todo, "El orfanato" es una experiencia de terror que se inscribe en lo que podríamos llamar "terror adulto" , donde a los sustos se le suma un argumento convincente, o por lo menos, de interés. Así pues, nos encontramos ante una esttimable cinta de género que no veo precisamente en los Oscars , pero que será recordada como la cinta que levantó inteligentemente la taquilla del cine español en el año 2007. Ya sólo eso es motivo de alegría. Esperemos que Bayona siga por este correcto camino. Dándonos miedo con nociones de cinematografía.

viernes, 5 de octubre de 2007

Martes de rivales


Las cadenas nacionales, siguiendo esa bonita costumbre de hacerse la competencia hasta sus últimas consecuencias, han decidido convertir el prime-trime del martes en un campo de batalla cargaado de minas y peligros.


A principios de septiembre, ya vivimos el primer enfrentamiento entre la decepcionante (en términos de audiencia y crítica) "Quart" y la muy simpática "Hermanos y detectives" , que a pesar de estar cada vez más graciosa, se ha mantenido en unos parámetros de audiencia aceptables pero discretos y un tanto frágiles, con capítulos que han cosechado un esperanzador 21% y otros que no han superado el 16%. Esto llevó a la cadena pública a estenar una de sus novedades más esperadas, "Herederos"

en la misma franja, mientras Cuatro repetía la estrategia con la tópica "Cuestión de sexo", donde los guionistan parecen haber trabajado más en la divertida promoción que en unos guiones endebles. Concha Velasco empezó como moderada triunfadora y un sorprendente share del 18%, que provocó la desaparición definitiva de la poco competente serie del cura pluriempleado y el desinflamiento inesperado de "Hermanos". La jugada de LA 1 sorprendió a las confiadas privadas, sobre todo a T-5, que se ha visto obligada a cambiar el día de emisión de su serie familiar al menos turbulento domingo y sustituirla así por la aburridilla "RIS", una copia made in Spain poco encubierta de la exitosa "CSI" con buenas intenciones mas pobres resultados.


Antena 3, sin embargo, no se resiste a perder la partida, y el próximo martes, aterriza su nueva serie de corte dramático-social, con el atractivo de ...la presencia del UPA Miguel Ángel Muñoz que asegura espectadoras en celo.. ehh, quiero decir, una original propuesta que nos acercará a la realidad de los barrios marginales a través de un médico joven destinado a un distrito de las afueras... Un reparto interesante y un público potencial amplio (ciertos segmentos, especialmente) son sus bazas principales. Veremos.


En cuanto a "Herederos", lo cierto es que me la esperaba peor , y el primer capítulo inclusó albergó momentos interesantes. Para los que no la hayan visto, los anuncios reflejan muy bien de qué va la cosa: un culebrón a lo grande (por medios y hora de emisión) con un reparto sobresaliente (no sólo está la siempre impecable Concha Velasco, también jóvenes promesas como Félix Gómez, Iker Lastra o Cristina Brondo, y varias presencias reconfortantes , como la de Álvaro de Luna), una factura técinca muy cuidada pero un tanto fría y solemne y una trama, que a pesar de discurrir con fecuencia por lo tópico y lo previsible, se muestra competente y tensa en numerosos momentos, y por lo menos , no cae en la distinción irritante de "Buenos y malos". Veredicto favorable con matices.


Lo más lamentable de todo el asunto es que las nuevas propuestas de las televisiones dentro de la ficción española tengan que competir entre sí. De esta forma, siempre habrá alguna perjudicada. Impresentable y elemental, mi querido Watson.

martes, 2 de octubre de 2007

De laca va la cosa


"Hairspray" (en inglés "laca") se anunció hace unos meses como el filme en el que Travolta volvía al musical, el género que lo lanzó al estrellato con su mítica "Grease", pero además, en la piel de una madre con sobrepeso que luchaba junto a su hija por que esta se hiciera un hueco en el díficil mundo de la música. El primer logro del filme reside precisamente en ofrecer mucho más que un canto nostálgico dedicado a Travolta. Sólo hace falta ver el atractivo póster, lleno de fotos de los personajes principales, para comprobar que este está secundado por un reparto de altura con enorme gancho publicitario: desde el estimulante regreso de la Michelle Pffeifer en el papel de una pérfida directiva televisiva, al desparpajo juvenil (inteligente anzuelo para quinceañeras) del exitoso Zac Effron, pasando por la muy estimable Queen Latifah (que sigue demostrando lo bien que se le da actuar y cantar, como ya hizo en la cumbre de su carrera, ahora un tanto decaida, "Chicago")y un simpatiquísimo Crhistopher Walken que forma una desternillante e inolvidable pareja con un Travolta deliciosamente femenino.

Así, tras una primera escena impagable (el "Good Morning, Baltimore" cantada por el descubrimiento actoral del filme, Nikki Blonski, en un agradecido papel protagonista), la producción logra contagiar al espectador el espíritu de los 60 (en forma de mitificación, claro) gracias a su tono permanentemente colorista, alegre, jovial, optimista. Las canciones son todas ellas positivas en su fondo y preciosas en sus pegadizas melodías, con unas letras que critican con buenas intenciones la sociedad racista y xenófoba que todavía existía en aquella época.

No obstante, el director Adam Shankman, que ya había dirigido a Lattifah en la divertida "Se montó la gorda" , parece no dominar del todo el género musical (este año hemos tenido el brillante ejemplo de "Dreamgirls"), y es muy probable que el espectador medio acabe empachado de tanta dule canción y de tanta buena intención. Los diálogos son muy reducidos,casi inexistentes, y el mensaje anti-recista es tan básico y complaciente que uno habría preferido que se desarrollara más el eternamente eficaz tema del "patito feo", que ocupa la primera parte de la película.

De todas formas, la excelente banda sonora, la enorme simpatía que desprende en su conjunto (con maravillosas escenas musicales) y la espectacularidad de su reparto la elevan por encima de la media. Perfecta para espectadores con ganas de pasar un buen rato y aceptable para públicos más exigentes.