
"Hairspray" (en inglés "laca") se anunció hace unos meses como el filme en el que Travolta volvía al musical, el género que lo lanzó al estrellato con su mítica "Grease", pero además, en la piel de una madre con sobrepeso que luchaba junto a su hija por que esta se hiciera un hueco en el díficil mundo de la música. El primer logro del filme reside precisamente en ofrecer mucho más que un canto nostálgico dedicado a Travolta. Sólo hace falta ver el atractivo póster, lleno de fotos de los personajes principales, para comprobar que este está secundado por un reparto de altura con enorme gancho publicitario: desde el estimulante regreso de la Michelle Pffeifer en el papel de una pérfida directiva televisiva, al desparpajo juvenil (inteligente anzuelo para quinceañeras) del exitoso Zac Effron, pasando por la muy estimable Queen Latifah (que sigue demostrando lo bien que se le da actuar y cantar, como ya hizo en la cumbre de su carrera, ahora un tanto decaida, "Chicago")y un simpatiquísimo Crhistopher Walken que forma una desternillante e inolvidable pareja con un Travolta deliciosamente femenino.
Así, tras una primera escena impagable (el "Good Morning, Baltimore" cantada por el descubrimiento actoral del filme, Nikki Blonski, en un agradecido papel protagonista), la producción logra contagiar al espectador el espíritu de los 60 (en forma de mitificación, claro) gracias a su tono permanentemente colorista, alegre, jovial, optimista. Las canciones son todas ellas positivas en su fondo y preciosas en sus pegadizas melodías, con unas letras que critican con buenas intenciones la sociedad racista y xenófoba que todavía existía en aquella época.
No obstante, el director Adam Shankman, que ya había dirigido a Lattifah en la divertida "Se montó la gorda" , parece no dominar del todo el género musical (este año hemos tenido el brillante ejemplo de "Dreamgirls"), y es muy probable que el espectador medio acabe empachado de tanta dule canción y de tanta buena intención. Los diálogos son muy reducidos,casi inexistentes, y el mensaje anti-recista es tan básico y complaciente que uno habría preferido que se desarrollara más el eternamente eficaz tema del "patito feo", que ocupa la primera parte de la película.
De todas formas, la excelente banda sonora, la enorme simpatía que desprende en su conjunto (con maravillosas escenas musicales) y la espectacularidad de su reparto la elevan por encima de la media. Perfecta para espectadores con ganas de pasar un buen rato y aceptable para públicos más exigentes.
1 comentario:
parece buena, pedazo critica. Tendre que verla.
una cosa por que no pones una entrada anunciando tu blog en el del grupo
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