sábado, 24 de noviembre de 2007

ÉPICA MODERNA




Tras el éxito de la triología tolkiana y las aventuras del niño mago, muchos han querido sumarse al carro del género épico-fantástico-familiar, aunque son destacables algunos ejemplos más enfocados al públio adulto, o por lo menos adolescente: empezando por el humor, a ratos atrevido y mordaz, de la recomendable "Stardust" (que gustosamente verán también los peques) a cintas más radicales en su propuesta como la exitosa "300" , experimento visual tan impactante como vacío e históricamente irresponsable, y la producción que nos ocupa, "Beowulf", adaptación libre (viendo el rtesultado, más bien libertina) de un mítico cantar de gesta europeo no lo suficientemente conocido por estos lares.


Como muchos ya sabrán, el realizador de esta depistante película no es otro que el incombustible Robert Zemeckis, al que tan pronto le vemos dirigiendo esa maravilla titulada "Forest Gump" como desarrollando su curiosa afición por las técnicas cinematográficas, que han marcado desde luego la última parte de su filmografía. Hace dos o tres años, ya nos sorprendió con la deslumbrante "Polar Express" , una bonita cinta navideña en la que Tom Hanks se convertía en un carismático maquinista animado, y este curso ha vuelto a por todas perfeccionando esta original técnica de transformación animada (y aquí son todos los actores: Hopkins, Jolie, Winstone...) e imprimiendo un toque adulto, oscuro, por lo menos, interesante.


En cuanto a lo primero, el "motion capture", el resultado es satisfactorio, más aún teniendo en cuenta la experiencia 3-D que algunos cines proponen y que he podido disfrutar con gran ilusión. Aunque algunos personajes no reflejan muy acertadamente el rostro de sus actores (el sibilino John Malkovich y la sumisa aunque inteligente esposa del rey vikingo, caracterizada por Robin Wright Penn) puede decirse que, en general, se ha alcanzado el objetivo de encontrar una nueva dimensión cinematográfica entre la animación y la interpretación real. El 3-d, por otro lado, suponía un auténtico reto (110 minutos , la película completa, a diferencia de las pequeñas dosis de "Superman Returns, p.j.)que, finalmente ha sido superado con nota, gracias a momentos de terrible impacto, algún que otro susto, y ciertas escenas que dejan con la boca abierta. De todas formas, el perfeccionamiento definitivo de la técnica sigue siendo una asignatura pendiente, ya que todavía deben evitarse algún que otro desenfoque y la artificialidad de varias escenas. Sin embargo, no hay duda de que merece la pena pagar unos euritos más para ponerse las famosas gafas.


Por otra parte, si algo llama la atención, dejando a un lado el aspecto técnico de la propuesta, es su vocación de convertirse en ejemplo de lo que podría denominarse una "épica adulta" en la que hay sitio para el erotismo rozando lo explícito (el desnudo de Angelina Jolie saliendo del lago entra ya en la lista de las escenas más "calientes" de los últimos años), un humor provocativo (que salta del negro al verde, de lo chabacano a lo inteligente) , una sorprendente desmitificación del héroe,que no es sólo valiente, sino también un tanto traidor, avaricioso, dominado por el arrepentimiento al llegar su madurez, una inesperada gama de matices en las relaciones del protagoniosta (su mujer, enormemente enamorada, dolida profundamente por su engaño, que se escuda en el creciente cirstianismo; el Beowulf ya adulto, soportando la fría relación con su mujer ,a pesar de su amor mutuo, y recurriendo a amantes que "le calienten las noches"; el general que no quiere saber la verdad de su jefe....), pero sobre todo, buena y abundante acción gobernada también por una inquietante oscuridad y salpicada de sangre y violencia. Como habrán observado, "Beowulf" es de todo menos un filme para niños, idea que seguramente albergará algún padre.


Esta mezcla de géneros, como era de prever, resulta tan original y excitante como irregular y peligrosa. Zemeckis juega a muchas cosas a la vez, sin que ninguna de ellas le quede redonda, aunque sí altamente disfrutable. Y, otra vez nos encontramos ante un mostruo de lo más ridículo , el tal Grendel que no sé por qué debe tener esa forma de niño cadáver agrandado y atormentado, cuando he oído que según el cantar, era un dragón de los de siempre. ¿Un plagio quizá de lo peor de "300" (recuerden aquel Gollum, no sé si voluntario, que impedía cualquier atisbo de realidad histórica)?


Sea como sea, "Beowulf" es, en cunjunto, un nuevo paso audiovisual y, cinematográficamente, la daptación de un sueño épicoerótico que algún guionista de Hollywood (quizás el propio Zemeckis) concibió una calurosa noche de verano (¡cómo se puede añorar el frío!)con el cantar británico en su regazo, tras habérselo leído a su hija de 5 años, y una revista de cotilleos con la Jolie en portada.


Para valientes golfos de la aventura.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Christie estudiando matemáticas


Como ya comenté en un post anterior, debe reconocerse que el cine espeñol ha emprendido un muy saludable camino de experimentación y apertura a nuevos mercados (más comerciales, algunos, más serios, otros) que ha repercutido muy favorablemente en los datos de audiencia que se vienen cosechando esta esperanzadora temporada de otoño: respaldadas por el taquillazo de "El orfanato", filmes tan interesantes como "La torre del Suso" y"Las 13 rosas" se han colado, c0n justicia, entre las producciones más vistas.

Compartiendo estreno con la última de Garci (lamentable coincidencia) se estrena en nuestras salas un gran ejemplo de lo que puede ser aunar entetenimiento y originalidad en el indeciso mercado del cine nacional. Avalada por la presencia de un atractivo reparto (grandes figuras como Lluís Homar y Federico Luppi junto a nuevos talentos como Ballesteros, Millán y Sauras), los debutantes Pedrahíta y Peña (el primero, mago de profesión, y ahora también solvente director) han realizado un "thiller de intriga policíaca" que combina el concepto clásico y eficaz de misterio según Agatha Christie (cuya influencia es más que notable) y el elemento de enigmas matemáticos que extrañará en principio al espectador, pero que según avance la trama, se mostrará sumamente interesante.

El argumento es bastante "sexy" cinematográficamente hablando: 4 matemáticos brillantes deben resolver una serie de acertijos y enigmas relacionados con los números (algunos de ellos quizá se antojen excesivamente populares ) si quieren frenar una habitación que se reduce constantemente y tiene la pretensión de presionarlos y encerrrarlos en una estrechez mortal. A partir de ahí se suceden las sorpresas y los giros de guión (sin más trampas que las necesarias) con una impresionante agilidad que convierte la aventura en un trepidante "tour de force" que dejará al espectador bien atado a la butaca durante una amenísima media hora. Mentiras, secretos, ambición, deseo... se entrelazan para conformar una divertida variente que podría llevar el nombre de "5 negritos matemáticos".

Muy recomendable para espectadores con ganas de pasar un buen rato y, en especial, para aquellos que recuerden con nostalgia su juventud plagada de Poirots, Marples o problmas lógicos de sorprendente resolución.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Tríptico político




Llama la atención ver en nuestras salas un filme de carácter político y, a la vez, importante tirón comercial. Y es que parece ser que, con las elecciones estadounidenses relativamente cercanas y una audiencia cada vez más concienciada, directores de la talla de Brian de Palma (la recién estrenada "Redacted"), Paul Haggis (una pena que el estreno de su aclamada "En el valle del Elah" se retrase hasta enero) y Robet Redford han decidido ocupar parte de su filmografía con el delicado tema de los errores de la gestión de Bush en lo que concierne, sobre todo, a la terrible guerra de Irak.



No obstante, al contrario que sus compañeros de profesión, Redford pretende con su "Leones por corderos" , no sólo trazar una rotunda (que no morbosamente explícita, como la de De Palma) crítica contra el enfrentamiento bélico mencionado, sino también tratar las causas y consecuencias que este ha generado en el mundo político, periodístico y educativo. De esta forma, el filme se compone de 3 escenas diferentes que se alternan y complementan cual tríptico de fondo uniforme: la entrevista que un joven senador republicano de prometedor futuro e inquietente astucia (sorprendente Tom Cruise)concede a una escéptica, desengañada y muy humana periodista , interpretada con la convicción habitual por Meryl Steep , que acaba derivando en intenso duelo dialéctico; la interesante conversación entre un idealista profesor de universidad (correcto Redford) y un alumno incrédulo y comprensiblemente decepcionado con eso que llaman "ciencias políticas", y la lucha entre la vida y la muerte que deben emprender dos soldados americanos (de origen hispano y afroamericano, respectivamente), alumnos del profesor, ante el inminente ataque de los talibanes en un desolada y aislada cumbre. Las 3 historias, con un carácter insólitamente teatral, fluyen con emoción , ilustrando, con mucho acierto, el contraste entre la comodidad de la política (el sillón de Cruise, su inmaculado despacho, su inhumana capacidad para jugar con los sentimientos) y la realidad a la que se exponen los que deben sufir las interesadas decisiones de los malabaristas políticos.


Hay quien ha acusado al realizador de excesiva suevidez y de no contar nada que no estuviera ya notablemente reflejado en otros filmes y documentales, mas no deberíamos confundir "sutileza" con "suavidad" y, menos aún, infravalorar un noble intento de refrescarnos algo que, por mucho que se haya contado ya (y lo dudo), no deja de estar vigente y de gran actualidad, resultando necesario su conocimiento.


Hay momentos geniales, de profundo interés, que ya por sí solos justifican la existencia de una estimable (me parece que mal comprendida) cinta cuyo objetivo no es otro que concienciar al espectador y dialogar con él de forma indirecta. Sólo en el desenlace, parcialmente abierto, surge una conexión directa en la que se nos plantea un interrogante terrible, al que no sólo el personaje, sino también nosotros deberíamos responder.


Para amantes de la reflexión estimulante y la denuncia de los mortales jueguecitos del poder.

viernes, 9 de noviembre de 2007

La torre de las segundas oportunidades


El cine español ha sorprendido a diestro y siniestro este otoño con el bombardeo de propuestas interesantes para todos los públicos: al enorme éxito de "El orfanato" (4 semanas gobernando la taquilla) se le ha sumada la buena acogida de "Las 13 rosas", la inminente llegada de lo nuevo de Garci (que dicen es su resurrección como genio), la aparición de filmes innovadores en sus fórmulas ("La habitación de Fermat") o estrenos tan notables como el de esta semana, "La torre de Suso".

Dirigida por el que fuera responsable de la inolvidable "7 vidas" , "La torre de Suso", que fue calurosamente acogida en Donosti, adapta a la española una forma de hacer cine muy francesa y eficaz: en un pintoresco enclave rural (en este caso, la lluviosa Asturias de otoño) se desarrolla una tragicomedia sobre la amistad y el amor con las dosis necesarias y proporcionadas de humor y sentimientos para que el espectador medio quede conmovido por la sencillez, simpatía y emotividad del título.

En la exitosa combinación de los factores, ha contribuido seguramente la experiencia de un realizador de teleseries donde prima el chiste dialetico constante y ágil , al que ha añadido una humanidad desbordante para llegar a un amplio y variado sector del público. Sin duda, también deben mencionarse las interpretaciones de los televisivos Javier Cámara, Gonzalo De Castro o Malena Alterio, acompañados por un notable elenco de secundarios (entre ellos, Emilio Gutiérrez- Caba).

La historia de un grupo de amigos que se reencuentra 10 años después con motivo del fallecimiento de uno de ellos, y el duro proceso que emprenden para "volver a empezar" centran la atención de un recomendable filme cuajado de esplándidos gags y preciosas escenas que se merece , y seguro tendrá, un importante éxito comercial.

Adiós, pequeña, adios


El esperado debut como director de Ben Affleck ha nacido rodeado por la polémica: las similudes iniciales que pueda tener el argumento con el morboso caso Maddeleine (nombre que comparte la actriz que interpreta a la niña en el filme, de sorprendente parecido físico), el éxito en TVE de la nueva serie "Desaparecida"...Bienvenida sea esta publicidad involuntaria si consigue atraer a numerosos espectadores , aunque poquísimo tengan ver ambos casos con el que nos ocupa, un auténtico viaje a los bojos fondos de la realidad y a la frontera entre el concepto personal y real de "justicia".

Un espectacular Affleck-realizador (impresionante debut, más aún si recordamos sus limitaditas capacidades actorales) dirige con personalidad y seriedad a un interesante reparto (desde el notable protagonismo de su hermano, a las estimulantes colaboraciones de Ed Harris y Morgan Freeman) que debe enfentase a una compleja trama de investigación policial sobre la desaparición de una niña de apenas 4 años y el sorprendente descubrimiento final de una verdad que se aleja del cariz criminal y adquiere uno emocional de gran interés, que suscita una oprtuna reflexión que cabe no desvelar. El guión juega así a combinar diversos géneros de forma coherente (intriga, tensión, drama familiar) con óptimos resultados, aunque al amigo de Matt Damon le falte por pulir un ritmo que a veces se antoja excesivo, agobiante, y otras, un tanto renqueante (sobre todo, en los primeros 45 minutos, los más convencionales del conjunto).

No obstante, reulta admirable el talento de Affleck para adaptar al cine una obra del autor de "Mystic River", también transladada al cine con éxito por el incombustible Clint Easwood. Desde luego, no puedo más que recomendar esta inquietante experiencia cinematográfica de primer orden, cuyo último fotograma ya vale por cientos de insulsas producciones. No se arrepentirán.

viernes, 26 de octubre de 2007

"Stardust", un mundo mágico




Tras el éxito arrollador de las sagas de Harry Potter y "El señor de los anillos" , las productoras americanas que no habían gozado aún de los beneficios del cine fantástico-espectacular se pusieron manos a la obra y empezaron a rodar diversos filmes de similar temática , pero con desiguales resultados: la Disney se decidió a adaptar los clásicos libros de C.S. Lewis sobre el atarctivo mundo de Nenia y alcanzó, sobre todo en lo referente a la taquilla, excelentes resultados. Luego vendrían las más modestas "Un puente hacia Terabithia"o "Eragon", y la reciente "Los seis signos de la luz". Mientras esperamos con expectación el estreno en diciembre de "La brújula dorada" , adaptación de una exitosa trilogía de Philipp K. Dick donde repite el interesante tándem Kidman-Craigh tras el fiasco de "La invasión", Universal se adelante un poco a los tiempos y nos presenta un cuento de hadas delicioso y muy superior a algunos de los anteriormente citados.
"Stardust" , a pesar de recibir buenas críticas y el apoyo de numerosos espectadores, ha pasado con más pena que gloria por una taquilla nortemamericana tan arbitraria como injusta. Quizá se deba a que el filme que nos ocupa sea más inteligente que la media y que ciertos espectadores huyan de este rasgo nada más olerlo. Pobres.Lo de la fatiga del género no me vale, ya que tal cansancio también se podría manifestar con la tonta "Hora punta 3" y vean qué exito. Eso sí, los que se encuentren libres de prejuicios podrán disfrutar de una película que de todas formas, se aleja de cualquier clasificación exacta, ya que recurre a una sugerente combinación de géneros.


El primer acierto de la historia, basada en una popular novela, reside en volver a las señas de identidad clásicas de los cuentos mágicos (véase brujas, mundos paralelos, guerras de sucesión en la realeza, hechizos todopoderosos, madres desconocidas, transformaciones mágicas) pasándolas por un eficaz filtro de modernización que aporta, entre otras cosas , un humor entre socarrón y jovial que las revitaliza y da un nuevo sentido. El protagonista también es una especie de simpático antihéroe, el hijo de una princesa del mundo de Storholm que en la campiña inglesa no es más un patoso dependiente enamorado de una chica digamos "pija" y "caprichosa" por la que se internará en un nuevo universo que le hará madurar y descubir una nueva vida. Un argumento, como vemos, más cercano y real de lo que parece.


Por otro lado, "Stardust" es uno de los pocos filmes que yo me atrevería a calificar como "familiar", sin que esto signifique "infantil", ni mucho menos. De hecho, en EEUU ha sido considerada como "PG-13" , quizá un tanto excesivo. Y es que la película sabe captar a tres segmentos de público diferentes (niños, adolescentes y adultos) mezclando aventura y fantasía adornada por apabullantes efectos especiales (que el realizador aprovecha muy bien, ya que el presupuesto tampoco ha sido tan alto), una preciosa historia de amor, un humor inspirado, y para los más exigentes, un espectacular reparto en el que destacan una malvada Michelle Pffeifer que luce maquillaje de muy diversa naturaleza (belleza impresionante y vejez repugnante) y un Robert De Niro en un papel tronchante de marinero con secreto del que no se debe desvelar demasiado. Aparece también Peter O´Toole , y resulta muy estimable el trabajo de Claire Danes y el joven protagonista, al que no se le había visto mucho. Esi debería cambiar.


En definitiva, como dice su cartel publicitario , "el cuento de hadas que no te esperabas" . Ojalá todo el cine comercial actual fuero tan divertido y sorprendente como esta recomendable "Stardust".

sábado, 20 de octubre de 2007

"Las 13 rosas" y "Querida Bamako", rabiosa actualidad

Debo reconocer que soy de naturaleza un tanto obsesiva, y cuando me di cuenta de que me había equivocado de día, y por tanto, perdido mis entradas para ver el preestreno de "Las 13 rosas" al que asistió el propio director, Emilio Martínez Lázaro , sentí una rabia injustificada que he venido arrastrando durante toda esta semana. Ayer , día del estreno oficial del esperado largometraje (que compitió con la vencedora "El orfanato" para representarnos en los Oscars), pude disfrutar por fin del que se anunciaba como un drama histórico de rabiosa actualidad (¿les suena lo de la memoria histórica?) y que venía secundado por un espectacular reparto femenino (Pilar López de Ayala, Verónica Sánchez, Marta Etura, Goya Toledo, Bárbara Lennie, acompañadas por los también notables Félix Gómez, Fran Perea y Asier Etxeandía). Casi toda la plana juvenil del cine español en un solo filme es un lujazo, y si encima la cinta es buena, no hay razón para la queja.
En principio, Martínez Lázaro se enfrentaba a una dificultad casi insalvable: la propia temática de la producción. La guerra civil es un negrísimo momento de nuestra Historia que el cine ha español ha tratado numerosísimas veces en los últimos años, aunque fuera con dispares resultados: si a esto le sumamos el tenso contexto actual , con la nueva y criticada ley que afronta sin complejos la época franquista intentando hacer (tardía) justicia, podríamos echarnos las manos a la cabeza al pensar que un realizador, y encima comercial, se haya atrevido a contar la terrible historia de las 13 mujeres fusiladas por orden "judicial" en el primer año negro del dictador.
Pero Lázaro ha conseguido por fin lo que muchos no han alcanzado: combinar drama (desgarrador), sentimiento (amores imposibles, emotivas relaciones paternofiliales, amistad indestructible) y entretenimiento (la acción es ágil y fluida) en un conjunto que huyendo de maniqueísmos políticos o ideológicos, resulta conmovedor y necesario. Porque, más allá del valor cinamatográfico de la obra, el mensaje del autor es tan contundente como oportuno: en las guerras, sólo hay un perdedor, las propias personas que, siendo inocentes, tienen la mala suerte de sufrir el horror de una ideas temibles. El guión evita hablar demasiado de partidos, siglas o ideologías y se centra, con buen juicio, en las vidas personales, afectivas, veraces, de estas víctimas del terror.
Estamos ,por tanto, ante una imprescindible reivindicación de la humanidad ante el dolor y la guerrra, que se hace patente en varias escenas de gran calado: el lanzamiento de panes sobre Madrid, el encuentro amoroso entre Etura y su novio en un luminoso parque, la escena del cine en la que el amor supera las barreras y personajes politicos, el mensaje de un padre a su hija cuando esta ya está en la cárcel, el paso de las presas en la camioneta por el Retiro.... hasta la excelentemente resuelta escena del fusilamiento y la carta de Ayala a su hijo. Quizá haya tenido que ver la sabiduría comercial de un diector que sabe, no sólo hacer buen cine, sino también llegar al espectador ya sea a través de música divertida, "El otro lado de la cama", o la emoción con una buena base. En definitiva, un brillante drama coral de cuidadísima factura artística que aborda, con una nueva y definitiva perspectiva, un conflicto imborrable. Liberémonos de prejuicios, y celebremos que el cine español vuelva a mirar estas semanas, con inteligencia y honestidad, eso que algunos llaman "púublico" y que ya ha demostrado que el problema no reside en el sobrenombre "español": miren si no las sobresalientes recaudaciones de la exitosa "El orfanato". Qué buen mes, octubre...

En otro plano diferente, pero también muy actual, llega a nuestras pantallas la estimable "Querida Bmako", docudrama de producción vasca y exhibido en el festival de San Sebastián que ilustra con acierto el problema de la inmigración desde dos complementarias formas cinematográficas: el documental de testimonios verídicos y la convincente historia de ficción, muy apegada a la realidad, que sigue el camino de un africano de Burkina Faso hasto España, repleto de problemas visicitudes... El relato, además de ser sumamente interesante, resulta ameno y emotivo, con una vivacidad que escapa de tremendismos artificiales y aboga por un realismo sin trapa ni cartón.

Dos propuestas atractivas para todo tipo de espectadores inquietos que busquen en la oscuridad de la sala tanto un rato de entretenimiento como de reflexión. Que sean muchos.

viernes, 12 de octubre de 2007

Con tal de casarse...




Los hermanos Farrelly son los irregulares artífices de exitazos más o menos justificados como el de la divertida "Algo pasa con Mary" y de decepcionantes tonterías como la desaprovechada "Pegado a tí". Su seña de identidad , y quizá también su mayor "handicap", reside en intentar combinar gags disparatados de carácter vulgar, escatológico o físico (el semen-gomina de Díaz o la gordura arrolladora de Paltrow) con un argumento suficientemente trabajado como para no provocar vergüenza ajena.

En "Matrimonio compulsivo", su última y muy desigual creación cinematográfica asistimos a un fenómeno extraño: el humor quiere ser argumental (el protagonista es un solterón que , queriendo superar sus complejos, se casa con una aparentemente agradable rubia que resulta ser una obsesa sexual de pasado turbio y carácter insoportable, por lo que su rápido marido no tardará mucho en emamorarse de una dulce y amistosa morena de singular familia, en medio de la luna de miel) sin renunciar a gags concretos de mayor o menor gracia e inteligencia .


Tras una introducción que se decanta por la comedia romántica, el desarrollo va igualando esta con la comedia semi-esperpéntica en torno a la tradición matrimonial y sus imprevisibles consecuencias. Hay sketches descacharrantes y otros menos conseguidos, pero el resultado final es un tanto desconcertante.Y es que parece que los Farrely quieren contentar a adolescentes de risa fácil y verde y a treintañeros solteros o enamorados por igual. Una escena grotesca con las partes íntimas de una mujer al descubierto se alterna con un gag sobre la inmigración ilegal o una escenea romántica con aparente facilidad.

De todas formas, prefiero mil veces la contenida vis cómica de Ben Stiller, que suele interpretar a personajes más o menos serios que deben enfrentarse a situaciones disparatadas y extremas (con suegros, museos..) que la ruidosa y poco convincente sobreactuación de otros humoristas reconocidos, como el exitoso Jim Carrey. En este caso, le acompañan dos actrices de cuyo nombre no puedo acordarme, y que cumplen con cierta gracia en sus respectivos papeles.


En definitiva, "Matrimonio compulsivo" no es de lo mejorcito de sus artífices y, de hecho, ciertos baches de ritmo sorprenden por la experiencia de los hermanos, pero para pasar con algunas risas una tarde de sábado la podemos calificar como "presentable". Absénganse los más exigentes.






miércoles, 10 de octubre de 2007

Entramos en "El orfanato"


La expectación y la cinefilia pudo finalmente conmigo, y mi cuerpo se coló sin remilgos en la sala que proyectaba la tan esperada "El orfanato". El cine, lleno, overbooking (ya adivinarán por qué) y dos guardas de seguridad controlando los posibles aparatos de grabación. Pocas cintas españolas han generado tanta atención en los últimos años, debido, en gran parte, a la increíble promoción de los medios a través de continuos anuncios y excelentes críticas: Cannes, Sitges, Oscars(?), Belén Rueda.. Toda esa información redundaba en los variopintos espectadores (jóvenes, adultos, algún anciano...)

Pues bien, tras unos primeros minutos de remordimientos (¿quién me mandará a mí entrar en la sala donde no me corresponde?), "El orfanato" se empieza a mostrar como lo que es: una cinta de terror, con pinceladas dramáticas, que sigue casi sin desviarse las manidas reglas del género, de una forma, eso sí, eficaz y elegante: amigos invisibles, niño con secretos (adoptado y portador del VIH, rasgos que se desaprovechan en el convencional desarrollo), desaparición misteriosa, madre que empieza a creer en lo sobrenatural, llegada de la medium (inquietante Géraldine Chaplin) , ecos del pasado, sustos competentes.. hasta llegar a un clímax final notablemante conseguido. Todo tan ágil y entretenido como ciertamente poco original. El forzadísimo desenlace no ayuda demasiado.

Sin embargo, dejando a un lado un guión que quizá quiera abarcar demasiado (drama, amor...)como si el terror no pudiera ser el rey de la función (finalmente lo es), se deban reconocer los numerosos aciertos de esta imperfecta pero prometedora ópera prima del hábil Juan Antonio Byona: un reparto impecable (desde la intensidad y minuciosidad de la maravillosa protagonista Belén Rueda, a la aparición de figuras como Mabel Rivera), una dirección artística muy conseguida (fotografía, ambientación) , y alguna escena sobresaliente que conviene no desvelar (ya lo pasarán mal en la sala).

Quizás el fallo resida en vender el filme como algo que no es: hay amor y algo de poesía, sí, pero, ante todo, "El orfanato" es una experiencia de terror que se inscribe en lo que podríamos llamar "terror adulto" , donde a los sustos se le suma un argumento convincente, o por lo menos, de interés. Así pues, nos encontramos ante una esttimable cinta de género que no veo precisamente en los Oscars , pero que será recordada como la cinta que levantó inteligentemente la taquilla del cine español en el año 2007. Ya sólo eso es motivo de alegría. Esperemos que Bayona siga por este correcto camino. Dándonos miedo con nociones de cinematografía.

viernes, 5 de octubre de 2007

Martes de rivales


Las cadenas nacionales, siguiendo esa bonita costumbre de hacerse la competencia hasta sus últimas consecuencias, han decidido convertir el prime-trime del martes en un campo de batalla cargaado de minas y peligros.


A principios de septiembre, ya vivimos el primer enfrentamiento entre la decepcionante (en términos de audiencia y crítica) "Quart" y la muy simpática "Hermanos y detectives" , que a pesar de estar cada vez más graciosa, se ha mantenido en unos parámetros de audiencia aceptables pero discretos y un tanto frágiles, con capítulos que han cosechado un esperanzador 21% y otros que no han superado el 16%. Esto llevó a la cadena pública a estenar una de sus novedades más esperadas, "Herederos"

en la misma franja, mientras Cuatro repetía la estrategia con la tópica "Cuestión de sexo", donde los guionistan parecen haber trabajado más en la divertida promoción que en unos guiones endebles. Concha Velasco empezó como moderada triunfadora y un sorprendente share del 18%, que provocó la desaparición definitiva de la poco competente serie del cura pluriempleado y el desinflamiento inesperado de "Hermanos". La jugada de LA 1 sorprendió a las confiadas privadas, sobre todo a T-5, que se ha visto obligada a cambiar el día de emisión de su serie familiar al menos turbulento domingo y sustituirla así por la aburridilla "RIS", una copia made in Spain poco encubierta de la exitosa "CSI" con buenas intenciones mas pobres resultados.


Antena 3, sin embargo, no se resiste a perder la partida, y el próximo martes, aterriza su nueva serie de corte dramático-social, con el atractivo de ...la presencia del UPA Miguel Ángel Muñoz que asegura espectadoras en celo.. ehh, quiero decir, una original propuesta que nos acercará a la realidad de los barrios marginales a través de un médico joven destinado a un distrito de las afueras... Un reparto interesante y un público potencial amplio (ciertos segmentos, especialmente) son sus bazas principales. Veremos.


En cuanto a "Herederos", lo cierto es que me la esperaba peor , y el primer capítulo inclusó albergó momentos interesantes. Para los que no la hayan visto, los anuncios reflejan muy bien de qué va la cosa: un culebrón a lo grande (por medios y hora de emisión) con un reparto sobresaliente (no sólo está la siempre impecable Concha Velasco, también jóvenes promesas como Félix Gómez, Iker Lastra o Cristina Brondo, y varias presencias reconfortantes , como la de Álvaro de Luna), una factura técinca muy cuidada pero un tanto fría y solemne y una trama, que a pesar de discurrir con fecuencia por lo tópico y lo previsible, se muestra competente y tensa en numerosos momentos, y por lo menos , no cae en la distinción irritante de "Buenos y malos". Veredicto favorable con matices.


Lo más lamentable de todo el asunto es que las nuevas propuestas de las televisiones dentro de la ficción española tengan que competir entre sí. De esta forma, siempre habrá alguna perjudicada. Impresentable y elemental, mi querido Watson.

martes, 2 de octubre de 2007

De laca va la cosa


"Hairspray" (en inglés "laca") se anunció hace unos meses como el filme en el que Travolta volvía al musical, el género que lo lanzó al estrellato con su mítica "Grease", pero además, en la piel de una madre con sobrepeso que luchaba junto a su hija por que esta se hiciera un hueco en el díficil mundo de la música. El primer logro del filme reside precisamente en ofrecer mucho más que un canto nostálgico dedicado a Travolta. Sólo hace falta ver el atractivo póster, lleno de fotos de los personajes principales, para comprobar que este está secundado por un reparto de altura con enorme gancho publicitario: desde el estimulante regreso de la Michelle Pffeifer en el papel de una pérfida directiva televisiva, al desparpajo juvenil (inteligente anzuelo para quinceañeras) del exitoso Zac Effron, pasando por la muy estimable Queen Latifah (que sigue demostrando lo bien que se le da actuar y cantar, como ya hizo en la cumbre de su carrera, ahora un tanto decaida, "Chicago")y un simpatiquísimo Crhistopher Walken que forma una desternillante e inolvidable pareja con un Travolta deliciosamente femenino.

Así, tras una primera escena impagable (el "Good Morning, Baltimore" cantada por el descubrimiento actoral del filme, Nikki Blonski, en un agradecido papel protagonista), la producción logra contagiar al espectador el espíritu de los 60 (en forma de mitificación, claro) gracias a su tono permanentemente colorista, alegre, jovial, optimista. Las canciones son todas ellas positivas en su fondo y preciosas en sus pegadizas melodías, con unas letras que critican con buenas intenciones la sociedad racista y xenófoba que todavía existía en aquella época.

No obstante, el director Adam Shankman, que ya había dirigido a Lattifah en la divertida "Se montó la gorda" , parece no dominar del todo el género musical (este año hemos tenido el brillante ejemplo de "Dreamgirls"), y es muy probable que el espectador medio acabe empachado de tanta dule canción y de tanta buena intención. Los diálogos son muy reducidos,casi inexistentes, y el mensaje anti-recista es tan básico y complaciente que uno habría preferido que se desarrollara más el eternamente eficaz tema del "patito feo", que ocupa la primera parte de la película.

De todas formas, la excelente banda sonora, la enorme simpatía que desprende en su conjunto (con maravillosas escenas musicales) y la espectacularidad de su reparto la elevan por encima de la media. Perfecta para espectadores con ganas de pasar un buen rato y aceptable para públicos más exigentes.

martes, 25 de septiembre de 2007

La primera encuesta

El blog se revitaliza con la nueva sección de "Titulares de actualidad" en la que os pondréis al día de lo que acontece en el mundo cultural y con la nueva encuesta semanal: esta vez, la pregunta es qué película será elegida para representar a España en los oscars . Las candidatas son la producción de terror e intriga protagonizada por Belén Rueda y producida por Guilllermo del Toro, "El orfanato", que ya recibió estupendas críticas en Cannes, el drama histórico de atractivo reparto femenino "Las 13 rosas" ambientado en la guerra civil y basado en un terrible hecho real y el filme de Garci de turno, que esperemos no sea tan anacrónico como los anteriores y por lo menos, se pueda atisbar algo de entretenimiento en su correcto pero conservador clasicismo y su gusto por un pasado añejo; esta vez, una historia de amor y violencia que se desarrollla en una Asturias caciquista. Ya veremos.
No dudéis en votar o incluir comentarios. Yo apostaría por "El orfanato" pero su factura poco española (tiene un aire americano, de calidad, eso sí) puede jugar en su contra.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Día en San Sebastián




Siguiendo la costumbre de estos últimos años, me he acercado a Donostia/San Sebastián desde Bilbao para respirar el sanísimo aire cinematográfico que pulula por sus calles glamourosas y marítimas ,y de paso, asistir a alguna proyección que me haga sentir partícipe del fascinante festival (este año han sido tres, y no creáis que he acabado indigesto por exceso de comida).


Para empezar al día, ahí estaba Paul Auster con su nueva película como realizador (sí, me han entendido bien, resulta que ahora también está metido en el mundilllo del cine), un filme modesto, con tan sólo 4 actores (claro que los dos protagonistas son los brillantes David Thewlis e Irene Jacob, que valen por unos cuantos), un único escenario (una solitaria casa de campo) y un singular argumento metaliterario que habla del amor, la inspiración y la creación literaria sirviéndose de alegorías más o menos potables y más o menos interesantes. Precisamente, ahí reside el mérito de la producción: que Auster haya consegido sacar adelante con resultados aceptables un proyecto que se mueve dentro de lo convencional en su forma, pero que en realidad pretende explorar la vida interior de un escritor en el indefinible proceso de creación y desarrollo de una obra. Algunos baches en el ritmo (sosegado y paciente) parecen augurar lo peor, pero la llegada de simpáticos secundarios (el fontanero y su "sobrina")salvan a la obra de un precipicio que se antojaba cercano. Auster ha cimentado su filme en un par de sólidos actores y en su experiencia como crador de historias (¿suena pretencioso?), y el resultado no le ha salido irritante. Ya es mucho.


La segunda película del día, "Reclaim your brain-Free Rainer", en cambio, implica mucho más al espectador y le hace reflexionar bastante entre carcajadas y sorpresas. El realizador alemán de "Los edukadores" ha emprendido ahora una guerra contra la televisión actual y su sistema de medición de audiencias, así que, ni corto ni perezoso, construye una crítica tan alocada acomo despiadada e interesante de la manipulación de los medios sobre nuesta sociedad. Historia de redención, de amor, de integración social y revolución popular frente a las injusticias, "Reclaim your.." empieza muy agresiva y directa (la vida desenfrenada, implacable y excesiva de un responsable televisivo de éxito que , tras un accidente, se da cuenta de la realidad de su vida) y se desarrolla con fluidez e interés entre el humor, el mensaje (que aquí es muy estimulante), el ingenio, y la carga social, sin que el excesivo metraje (más de dos horas) reduzca su desparapajo, valentía e ilusión en cambiar las cosas. Le deso una largo vida comercial.


"Buda explotó por vergüenza" es la estimable ópera prima de una realizadora afgana de 18 años que recurre a varios niños no-profesionales para contar una historia en apariencia pequeña (la odisea costumbrista de una niña por poder aprender historias divertidas en el colegio de la región) pero que ilustra con acierto la realidad de Afganistán: la dificultad de las mujeres por acceder a una vida digna entre conflictos políticos y terroristas ,todavía relegadas a un rango de inferioridad, la importancia de la educación en medio de la miseria... ya que los niños representan, en crudas escenas (más por el fondo que por la forma) la vida que sus padres les han inculcado. El filme desarma por su aparente falta de pretensiones , su saludable humildad y su ilustración de los conflictos cotidianos de Oriente Medio, aunque le falta la intensida y fuerza de "Las tortugas tambíén vuelan" ganadora hace dos años y de emejante trama (la vida de varios niños en Irán).


Una buena cosecha de domingo que espero se repita en años venideros.


viernes, 21 de septiembre de 2007

Prismáticos indiscretos




Tras cosechar un notable éxito de taquilla en Estados Unidos y presentar oficialmente al que será el hijo de Indiana Jones y el nuevo actor fetiche de Spielberg, Shia Lebouf (también visto en "Transformers"), llega a nuestras pantallas el que algunos han calificado como "remake adolescente" del clásico de Hitchcock "La ventana indiscreta", DISTURBIA. Ciertamente, no van mal encaminados: la esperada producción bebe mucho de la protagonizada por James Stewart y va destinada a un amplio público juvenil que disfrutará con las variadas facetas del filme. Claro que, "Disturbia" es uno de esos pocos remakes buenos o por lo menos aceptables que no resultan vergonzantes a ojos de espectadores inteligentes (nada que ver con la mediocre "La ventana de enfrente", la adaptación de Christopher Reeve que era más un calco televisivo que otra cosa).


Así pues, el realizador de la que nos ocupa, un tal Caruso, sabe mantener un correcto equilibrio entre los elementos comunes y las aportaciones que se han molestado en incluir, muy sensatas por cierto: el protagonista ya no es un adulto tetrapléjico sino un joven de 17 años que se ha vuelto problemático tras la violenta muerte de su padre en un accidente de coche , el patio de vecinos ya no es tal sino una aparentemente apacible zona residencial con bonitos chalets y el amor del protagonista no es la hermosa reina de Mónaco sino una "tía buena" con cierto encanto que sabe seducir a la cámara .


Argumentalmente hablando, el filme se adapta extraordinariamente bien a los tiempos que corren: el nuevo público masivo es juventud con ganas de comer palomitas y pasar un rato ameno, las relaciones amorosas a los 17 años son tan simpáticas como previsibles, los asesinos son más retorcidos que entonces y el creciente miedo de la sociedad genera una paranoia morbosa que justifica, junto con el actual aburrimiento existencial de los jóvenes, la actitud de este bienintencionado "voyeur".


Teniendo todo eso en cuenta, no es de extrañar que "Disturbia" incluya momentos de relajación juvenil (chico y chica, jueguecito amoroso) y otros que rozan el terror comercial con una trepidante persecución final que conseguirá que toda la sala no pueda despegarse de la butaca. Razón que explica cierta irregularidad en un guión que, no obstante, se muestra de lo más efectivo y entretenido en su mayor parte, con dos medias horas (la primera y la última) primorosas y potentes.


Con todo esto, bienvenido sea este remake no-aceptado que de paso, también nos hace añorar aquellos tiempos en los que la intriga era un género realmente apasionante.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Conmovedor parloteo




Este verano, he tenido la oportunidad de pasar un inolvidable mes en Montpellier, capital francesa situada en la costa mediterránea, un poco antes de la llamada Costa Azul. Como adicto al cine que soy, me llamó la atención el éxito ( todos los cines la poyectaban) de una comedia vital (tan del gusto de los gabachos) titulada "Dialogue avec mon jardinier" que contaba en su reparto con Daniel Auteuil y giraba en torno a la relación de amistad entre un burgués pintor y el sencillo jardinero que le cuida su casa de campo y que resulta ser un entrañable amigo de la infancia. Cuando supe de su estreno en España, una singular ilusión se apoderó de mí por ver la cinta que en cierto modo me había acompañado con su repetido cartel en mi julio francés.


La lectura del argumento puede llevarnos a una peligrosa conclusión: que nos encontramos ante la típica peli francesa donde hablan, discuten, se enamoran y se entristecen mucho en una "escondida"sucesión de tópicos.


Pues bien, aunque en "Conversaciones con mi jardinero" sean frecuentes ciertos tópicos y alguna que otra sensación a "déja vu" , el veterano realizador los maneja con tanta habilidad que recupera su eficacia original, ofreciéndonos un brillante poema campestre convertido en emotivo canto a la amistad recorido por una emocionante sensiblidad que hará las delicias de espectadores románticos que crean todavía en conceptos como la amistad, la bondad, la esperanza de cambiar...


Dos actorazos del cine francés en estado de gracia ponen sus caras a sendos protagonistas que , a través de numerosas conversaciones dotadas de un extraordinario sentido del ritmo, nos abren sus corazones y reflexionan ímplicitamente sobre el sentido de sus vidas.


Un filme luminoso, conmovedor, nostálgicamente fotografiado (cómo se añora ahora el verano, su sol, los verdes campos...) y , en definitiva, muy recomendable para todo aquel que desee pasar un buen rato (divertido, hermoso, reflexivo...) y quiera llevarse una sanísima sensación a vida, esperanza, humanidad.

Un corazón invencible


Michael Winterbotton es un director que no deja de sorprenderme: en los úlimos 5 años, al envidiable ritmo de película por año, ha tocado géneros tan dispares como el western, el porno, el documental político, la comedia refrescante... Hace 2 años, me los pasé muy bien en el Festival de Donosti (por cierto, el de este año está ya al caer) con su inteligente "A cock and bull story", una cinéfila revisión de la famosa obra inglesa "Tristam Shandy", y hace unos meses, se estrenó su aclamado "Camino a Guantánamo", interesante documental sobre la bochornosa prisión estadounidense. Siguiendo las pautas de este su anterior trabajo, Winterbotton se atreve a analizar , mediante una mezcla de ficción y documental, el rapto y posterior asesinato del periodista Danny Pearl (Wall Street Journal) a manos de fundamentalistas islámicos en Pakistán.

La cinta, comercialmente hablando, viene avalada por la presencia de una Angelina Jolie que, además de lucir unos curiosos rizos y un inesperado acento francés , demuestra lo buena actriz que puede ser más allá de aparatosas Lara Crofts o Señoras Smiths (que, todo hay que decirlo, tampoco lo hacía nada mal). En este caso, interpreta a la viuda, Marianne Pearl, con fuerte convicción y estremecedor realismo, en un logrado esfuerzo artístico para el que también ha contribuido la amistad entre Pearl y Jolie. Así, la protagonista se convierte en uno de los pilares de un filme que destaca por su seriedad, rigor y valentía al afrontar un doloroso hecho real y no caer en maniqueísmos o lecturas políticas innecesarias.

El realizador construye una estimable radiografía del caso sin evitar tocar temas trascendentes (el problema del terrorismo, la miseria del sudoeste asiático, el sufrimiento por la pérdida de un ser querido) pero haciéndolo con una delicadeza que se antoja necesaria en el apartado de la investigación y un tanto fría en el aspecto melodramático, donde Winterbotton todavía tiene una asignatura pendiente: la descripción de personajes no es del todo convincente ( como sí lo es el minucioso proceso de investigación) y la sequedad general de la producción no ayuda a acercar emocionalmente al espectador, pese a los esfuerzos de la actriz y el director por conseguirlo.

Es decir, nos encontramos ante un documental sobresaliente y un drama un tanto irregular e incompleto. De todas formas, merece (mucho) la pena.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Culebrones disfrazados




Sí me gustaría hablar en este blog de dos interesantes propuestas televisivas a las que estoy notablemente enganchado y que parecen pasar un tanto desapercibidas debido a su veteranía. Una de ellas es de emisión diaria y quizá no tan popular para el gran público ("Amar en tiempos revueltos") y la otra, un serial consolidadísimo que, a este paso, se va a convertir en el más longevo de la televisión: se trata de "Hospital central". Las dos comparten un importante rasgo común: su innegable carácter de culebrones disfrazados.


"Amar..." se estrenó hace dos años en la primera cadena pública con el objetivo de seguir las pautas marcadas por "Cuéntame" pero con más humildes medios: es decir, analizar la historia reciente de España (en este caso, la Guerra Civil y la dura posguerra) de forma novelada y amena. La serie venía amparada por un estimulante reparto en el que jóvenes promesas y talentos reconocidos unían sus fuerzas (Héctor Colomé, Pilar Bardem y Ágata Lys junto a Rodolfo Sancho, Ana Turpin o Ana Otero) y por el interés que suscita un proyecto diferenter como este. El resultado fue existoso y, tras una primera temporada centrada en el romance entre Andrea, una joven de familia adinerada, y Antonio, un combatiente republicano, la cadena decidió alargar el chicle otorgando relevancia a personajes secundarios ( el carismático Isidro, Mario y Consuelo) y añadiendo nuevos personajes que a su vez, protagonizarían apasionadas historias (el dramático "rectángulo amoroso"entre Carlota, Elisa, Marcos y Ernesto). Tras más de 300 episodios y con la refrescante llegada de prometedoras tramas y personajes (actores de prestigio como Marta Calvó,Antonio Valero y Lola Marceli se han incorporado al reparto), podemos afirmar que "Amar" es un culebrón con todas las de la ley, pero también un entrañable, humilde y estimable espejo de toda una época, aspecto para el que contribuyen una esmerada ambientación y una cuidada recreación histórica. Ya me gustaría a mí que todos los culebrones fueran como este.


Algo parecido le ocurre a "Hospital Central" , la firme apuesta de T-5 desde hace 7 años. Los espectadores nos hemos familiarizado ya con personajes bien construidos y extremadamente novelescos que no sólo deben enfrentarse a casos médicos extremos y emocionantes, sino también a vidas privadas en continuo movimiento. Un cocktail muy atractivo que hace las delicias de casi todo el mundo: y es que hay para todos en este trepidante hosptal que ya forma un mundo propio dentro de la televisión.


Culebrones disfrazados, sí, pero también excelentes.




jueves, 6 de septiembre de 2007

Cuando yo era cantante...


El cine francés nos tiene acostumbrados a presentar comedias dramáticas aparentemente intrascendentes, con personajes bien construidos, actores generalmente sólidos y tramas que intentan ocultar una evidente sensación a "deja vu" , recurriendo a diálogos escritos con más seriedad de la normal.
La nueva "Chanson d´amour" se inscribe casi a la perfección en esta especie de "género gabacho". A saber; un argumento que nos recuerda a otros tantos, pero con ciertas peculiaridades interesantes (un cantante de baladas venido a menos que recorre la provincia con su modesta orquesta y una madre separada incapaz de que su hijo la quiera entablan una intensa relación de soledades compartidas), un astro del cine galo que resucita en todo su esplendor y además inunda la pantalla con su insospechado talento musical (Depardieu, cómo canta el hombre) y un bellezón muy francés perfecta en su papel (Cécile de France), y , por lo demás, un desarrollo sosegado que se permite algún que otro bajonazo de ritmo, compensándolo con momentos emotivos , sin falsos sentimentalismos, y una representación gráfica de lo que significa la soledad (el tono sobrio del filme ayuda). En apariencia, un drama romántico más, realista, eso sí, y con un transfondo digno de analizar.
Sin embargo, hay varios elementos que la realzan por encima de la media . Para empezar, la vital presencia de Dépardieu y su compañera de protagonismo , a lo que el filme le debe casi su existencia, pero también hay algo más implícito y conmovedor que revolotea durante trodo el metraje : la reivindicación de la canción melódica, cerca ya de su fallecimiento definitivo, como expresión de emociones hondas e irrecuperables: un homenajes casi póstumo para el que Dépardeieu nos abre el corazón de un personaje maravillosamente construido, un hombre que vive del recuerdo inmerso en una dolorosa y consciente soledad. Por eso, resulta impagable la última escena, la del protagonista cantando la muy oportuna "Quand j´etais chanteur" ("Cuando yo era cantante", título original del filme).

Vayan pues, y asistan emocionados a la muerte en directo de un mundo que creíamos olvidado.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Curas y hermanitos...un tanto peculiares


Ayer noche, t-5 y Antena 3 firmaron la primera declaración de guerra de este curso que se anuncia movidito (en muchos ámbitos) y en el que, televisivamente hablando, no parece que vayamos a aburrirnos. Desde luego, lo de ayer fue prometedor: tres propuestas interesantes (incluyo el documental de LA 2 sobre los gays en la época de Frenco, que finalmente no pude grabar) y dos esperados estrenos, que cómo no, debían rivalizar entre sí para entretenimiento de directivos aburridos y avariciosos. Aunque claro, la avaricia rompe en saco, y después de tanto bombo y platillo, ninguna de las dos ha cuajado mucho si tenemos en cuenta las discretas cifras de audiencia obtenidas por ambas: y es que la americanada de la 1 ("El bar Coyote" ) y el baloncesto (ay, los deportes...) se interpusieron con descaro entre el público y las nuevas ficciones. Ya se sabe que lo del respetable cada vez merece menos respeto...Lo digo porque, tanto "Quart" como "Hermanos y detectives" se merecen algo más que un 15 y 17% de share, respectivamente.

Empecemos por la propuesta de A-.3, "Quart", una ambiciosa adaptación de la novela de Reverte, "La piel del tambor" , aunque en lenguaje televisivo, es decir, con tramas independientes en cada capíttulo, manteniendo a los protagonistas y varios argumentos de fondo. El experimento (lo llamo así ya que pocas veces se han visto series con parecido planteamieto y ambición) ha sido muy publicitado; algo compresible si reparamos en el miedo que las cadenas tienen a que sus grandes inversiones caigan en saco roto, como ya le pasó a la "pobre" T-5 con su fallida "Vientos de agua". Se había anunciado la abundancia de exteriores, el ritmo trepidante, las aventuras intrigantes... Pues bien, lo de ayer fue un espectáculo casi alucinante: un cura (bien atlético el mozo) haciendo flexiones, reencontrándose con un amor de juventud, resucitando el espíritu de la Fletcher (la Iglesia hace de todo, o eso parece) para resolver crímenes imposibles, pero, eso sí, sin casi humor y sin la simpatía de la Lansbury (me parece a mí que Roberto Enríquez, el actor, se lo ha tomado demasiado en serio). Lo que ya es más difícil es que el espectador se tome en serio un híbrido irregular entre "El pájaro espino" , "El código Da Vinci"(organización secreta incluida) y los misterios de "Se ha escrito un crimen" sustituyendo las pistolas por cruces sagradas (envenenadas) y los asesinos por devotos no muy santos, que se diga, todo ello sazonado con el tono de las novelas de Matilda Asensi, que hablan de todo y de nada a la vez. En fin, que el resultado es ameno y estimulante, en un panorama televisivo pobre de ideas y de medios (aquí los hay), pero uno no puede dejar de pensar si el (impecable) envoltorio no es más que un escondite del desmadrado contenido, donde sobra gravedad y falta coherencia.
Veremos cómo evoluciona.

En cambio, si por algo destaca "Hermanos y detectivos" es por su inesperada simpatía y su saludable falta de pretensiones: tras una notable intruduccción en la que Poncela pretende demostrarnos que puede interpretar tanto a Carlos Deza como a un calculador asesino (lo consigue con creces), la serie toma los derroteros familiares (en las primeras escenas habría una estampida del público infantil: mala maniobra) y nos presenta a un policia "del montón", humano y un tanto cansado del oficio, (se agradece que no sea un héroe, como en tantas series policiales) que descubre tener un hermano del que debe hacerse cargo: El niño resulta ser superdotado, argentino y en el borde de lo repelente, pero hace gracia, y sobre todo, se come la pantalla con su expresividad y su acento argentino, que por una vez me parece muy divertido. La trama decae un poco en su desarrollo, convencional y con alguna laguna de ritmo, pero enseguida recupera y la acción prefiere el humor a la espectacularidad. Tiene todas las papeletas para ser un éxito, aunque necesita pulir sus imperfecciones.
En resumidas cuentas, dos estrenos estimables (con matices) a los que habrá que seguir la pista. Veremos.

BIENVENIDOS

Bienvenidos a "Los días y sus noches", el nuevo blog de un humilde servidor, que, incapaz de terminar de escribir un solo libro, ha decidido desahogarse "literariamente" con este diario en el que procuraré hablar de todo: de mis dos pasiones, el cine y la literatura, de mi pasatiempo favorito, la televisión, de chismorreos varios, y por qué no, también de alguna confesión personal. Comience pues esta crónica del presente, de sus contiunuas idas y venidas, en forma de noria un tanto irritante( aunque no más que la de Jordi González). Bienvenidos